lunes, 8 de noviembre de 2010

La vida en el bus


Fue justo un viernes que no tenía clases en la mañana y me dirigía a casa y subí como de costumbre a mi bus, me senté en el único asiento disponible era el de reservado, aunque sabía que tendría que cederlo en cualquier momento, fue entonces que sube un hombre viejo todo sucio , que ni siquiera podía caminar , me pare y se sentó, luego el cobrador le pide su pasaje y aquel hombre no tenía al parecer, por eso yo decidí pagarle al cobrador por él, ya que el cobrador no quería llevarlo gratis y lo quería baja, me pareció algo injusto pese a que ni siquiera tenía a alguien que lo ayudara , ya que lo habían dejado solo , además lo iban a bajar fue por eso que pague su pasaje y cuando bajò me miro fijamente a los ojos y me sonrió, creo que ese día me encontré con un ángel, ya que aunque parezca algo increíble bajando me encontré con la misma moneda que le di.
Entonces es cierto cuando dicen que si uno siembra un bien, cosecharás muchas bendiciones, yo creo que si pasas tanto tiempo en un bus y no has escuchado este tipo de historias es porque jamás has levantado tu rostro hacia arriba y has visto sentir la necesidad de las personas, ya que el que va en un bus eres tú y tu alma que te ayuda a sentir y a pensar en ellos antes que en ti.

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