miércoles, 10 de noviembre de 2010

VRAE hermosura de campo

Recuerdo la primera vez que fui al VRAE, no puedo ocultar que con gran temor en mi corazón. Me invitaron unos amigos a pasar unos días en este hermoso lugar, pero que se conoce del VRAE lo único que yo sabía era que es una tierra en donde hay drogas, tráfico, plantaciones de ilegales de coca y terrorismo.
Llegué un viernes por las mañana al departamento de Ayacucho con mucho frio entre los huesos, luego me embarque en una combi que me llevaría a San Francisco en pocas palabras al centro del VRAE fue un viaje de 7 horas sentado.
Llegar a este lugar es un viaje muy pesado pero la primera vista desde lo alto de un cerro vale la pena es espectacular, puedes ver al río Apurímac que cruza por en medio del pueblo de San Francisco y con el sol resplandeciente a más no poder.

Rápidamente me instalé en la casa de mi amigo Juan y los días siguiente fueron de mucho relax en un lugar como este lejos del asfixiante caos de la capital.
Pude caminar por la selva y tener la desdicha de de ser atacado por avispas o ver serpientes al aire libre en pocas palabras en su habitad.

Nadar en el río es otra cosa, no hay nada que se compare con esta sensación o comer carne de un animal acuático con cosas que se descubren y prueban en un lugar al que nunca has ido.
Puedo decir y dar fe de que en toda mi estadía no tuve ningún percance, la pase muy bien se los recomiendo.

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